Huesca temática

Número 9. Diciembre de 1998. English language Menú pfrincipal

La Navidad Oscense

 

Las Fiestas de Natividad, Año Nuevo y Reyes, tienen orígenes comunes y fueron creadas a partir de la Edad Media. La difícil fijación de la fecha de nacimiento de Cristo (el 748 de Roma ó el 6 antes de la Era), se salda con la asignación de la medianoche del 25 de Diciembre a ese evento, tal como introdujo Dionisio el Exiguo en el siglo VI. El sentir común de esta celebración, es el de que condiciona la reunión de personas habitualmente ausentes, dando fortaleza a la presencia física ó moral de `la casa'. En esta conmemoración no puede faltar la Misa del Gallo, en la que se han ejecutado las más rústicas músicas, la imitación de cantos de pájaros con botijillos y pitos, el uso de sonajas, los instrumentos pastoriles, etc., .. La Nochebuena no obstante, tiene otro significado además, pues clausura una etapa económica y un ciclo ganadero, a la que se une el consumo de primicias guardadas (a tal efecto) durante todo el año. Hasta el reinado de Pedro IV, el año terminaba el 25 de Marzo (siglo XIV, -1350-), siendo desde Felipe II cuando se pasa al 31 de Diciembre (1 de Enero). Durante las fechas de Navidad, se prodiga la caridad; esto es un modo de evitar que José y María estén sin cobijo. Las casas se limpian esa noche para recibir a los huéspedes y se enciende un buen fuego en la chimenea; se trata de que el tizón o la tronca estén encendidos toda la noche, a fin de que se caliente al Niño. El Belén que estará omnipresente, es originario de las ceremonias de San Francisco de Asís, importado de Nápoles, por Carlos III. Más antiguos aún, son los árboles: muérdago (Edad de Bronce) ó el roble. La `tronca' por otra parte, se relaciona con la costumbre extranjera del árbol navideño. Por lo que respecta a las golosinas tan divulgadas en estas fechas, son típicas las sonajas, almendras, confites, pasas, turrón y castañas.Niños ante el Belén Las comidas, en otros tiempos, podían ser pantagruélicas, como resulta la real del día de Navidad, registrada en el Archivo de la Corona en 1.267, con : 31 carneros, 350 huevos, 30 pares de conejos, 36 pares de capones, 5 pares de ocas, 12 pares de perdices, 5 cuarterones de pan, 228 de vino y diez sueldos en barquillos y otras cosas; aunque ciertamente, no se especifica el número de personas congregadas. El origen del turrón, es morisco (y se usaba solamente en estas fiestas) como los dulces de calabaza y espinacas; más tardío será el consumo del pavo.

Tras la Misa del Gallo, se hace colación de: cardo, apio, guirlache, empanadicos de espinais o calabaza, pestillo (Barbastro), con almendras y frutos secos, poncho como bebida; más tarde ya, llegará el pavo y el besugo. Pero lo importante, con todo, era el colectivo de la cena. En el Somontano se solía decir `Pa Navidad ta cadiera'. El 28 de Diciembre, se celebraba la fiesta de los Santos Inocentes, con su vertiente bromista que, conmemora el desengaño sufrido por Herodes que no acaba con la vida de Jesús cuando ordena la degollación de menores de 2 años y que por cierto, cifran en 3.000 y algunos 144.000, lo que supone una alta población en Belén de aquellos tiempos (que uno se resiste a creer). Por todas partes se pedían cantidades de dinero que no se devolvían, diciendo: `Los Santos Inocentes te lo pagarán'. Otras bromas eran celebradas con un `-Inocente, Inocente !!'. Los últimos días de año, se pedían aguinaldos por las casas; los chicos festejaban con cánticos la dadivosidad y se les advertía que en la plaza habia un burro con tantas orejas, patas ó bocas como días tenía el año; si era el 31, se trataba de un hombre con tantas narices ....

El Evangelio de San Mateo, dice que llegaron unos Magos de Oriente (no dice Reyes ni que fueran tres; y menos refiere los nombres los hombres). Les guió la estrella y se acercaron a la casa (no dice portal, ni gruta), donde ofrecieron oro, incienso y mirra. Estaban los magos tan contentos a su regreso, que repartieron sus tesoros entre todos; desde entonces, lo repiten anualmente entre los chicos de todo el mundo. Sencillo BelenEs curioso que dicen que Melchor no era canoso, sino más joven que el rubio Gaspar y más impetuoso que el negro Baltasar. La impaciencia por ver al Niño, le hizo tropezar con sus colegas y armar estrépito, por lo que Jesús le castigó encaneciéndole, para hacerle prudente y calmoso. También se cuenta que, dos hermanos se afligieron de ver descalzo a Jesús y le dejaron sus zapatos; Aquél les premió devolviéndoles el calzado junto con regalos, y es desde entonces que se deja el zapato en el balcón para recibir las ofrendas.

Los villancicos, son las canciones de Navidad, que hasta el siglo XVII eran símplemente populares, compuestas al modo de las serranillas del Marqués de Santillana, entonándose en Huesca, en el s. XVIII contra el Alcalde Mayor. Con el tiempo, se hicieron villancicos puestos en boca de pastores, y luego en la de todos. En realidad toman sus elementos de lo popular, tratando a la Sagrada Familia, al modo de los campesinos o pastores. Estos villancicos, presentan una serie de tópicos populares, que colocan de protagonista al Niño Jesús pastor, a la Virgen ocupada de las labores de la casa (lavando ropas o peinándose ante el espejo), y a San José como un padre de familia bonachón, a quien se le cae el puchero de las migas, o se le pierden los calzones.

Para Nochevieja, a las doce de la noche, se cosume un grano de uva con cada campanada que marca el final del año en curso y el principio del nuevo. Este rito de comer las uvas, no es otra cosa que hacer referencia a las buenas cosechas habidas, con vendimias tan cuantiosas que han llegado incluso hasta estas fechas; por ello, se celebra con las mismas esperanzas para el año venidero.

* Manuel Tomé Bosqued



  Hay más artículos !!Artículos Literarios del Altoaragón (Huesca, España)



 Visite Huesca, le sorprenderá ....


     Acceso a Twitter