![]() |
Lucien Briet
Aunque de origen francés, Lucien
tiene mucho de oscense; no en balde sus obras y su contacto con
las tierras altoaragonesas así lo acreditan.
Es un escritor ameno y un gran andarín
por el Pirineo Aragonés, del que fué un extraordinario
divulgador de sus bellezas. Muy especialmente lo fueron las de Ordesa,
valle que conoció en el año 1891.
Briet dedicó muchos de sus
escritos a estos temas, que fueron recogidos en tres libros por
el Museo de los Pirineos de Lourdes. Así pues, son destacables
sus trabajos sobre el Macizo de Marboré, Peña Montañesa.
Sierra de Guara, desfiladero de Entremón, Gargantas del rio
Vero, valle de Vió, rio Flumen, El Salto de Roldán,
Bielsa, diversos barrancos y cuevas, ... y especialmente su libro
'Bellezas del Alto Aragón', que se publicó
en Huesca en el año 1913, y del que se hicieron varias ediciones,
siendo la primera en el año 1977. En este libro describe
sus andanzas por Ordesa, valle del Ara, Escuaín, Bielsa,
Mascún, e incluso menciona el ámbito espeológico
del Pirineo calizo. Su obra está dedicada a Huesca 'por
el amor a sus gargantas, barrancos y montañas'.
Su atención al Alto Aragón
y especialmente al macizo de Marboré, se inscribe dentro
de una tradición del pirineismo francés de exploraciones
cartográficas, científicas, montañeras y pre-turísticas,
que va de Ramond a Schrader. Su labor debe de ser sumada a la de
otros autores, cuyo trabajo conjunto supone una importantísima
aportación al conocimiento preciso de la cadena montañosa.
En su momento, la obra de Briet tuvo una gran eficiacia divulgadora
y desde luego, contribuyó a que se tomara conciencia de proteger
la naturaleza en Ordesa, ya que promovió la idea de la creación
del actual Parque Nacional.
Sus escritos fueron más conocidos en Aragón que los
de otros compañeros y compatriotas suyos, que ocasionalmente
trataban nuestras montañas con más rigor. Todavía
hoy, la obra de Briet constituye un valiosísimo testimonio
de los paisajes pirenáicos en los momentos en los que su autor
los recorrió. Se le sigue recordando cariñosamente como 'El Cantor del Valle de Ordesa'. Casi 90 años después,
cuando se lee su obra, sorprenden tanto la certera y detallada descripción
de los lugares que relata, como el apoyo gráfico de multitud
de fotografías de una excelente calidad, teniendo en cuenta que son instantáneas del principio del siglo pasado. La contemplación
de estas últimas, para el conocedor de los parajes, con bastante
frecuencia, transmiten un agradable sentimiento de nostalgia ....