Gran
valor artístico
en una construcción monástica
El monasterio de Nuestra Señora de la
Gloria de Casbas de Huesca, dista unos 29 Kms. de la capital,
en dirección Barbastro. Hay que tomar un desvío
a la izquierda una vez rebasado el pueblo de Angüés
en dirección Junzano, localidad que dejaremos atrás.
Este cenobio se halla englobado en el
casco urbano, del que parece formar parte. Se accede a él
por un puertecilla alojada en un portalón de grandes
proporciones. Una vez traspasada dicha puerta, nos sorprende
un pequeño patio empedrado, en forma de pasadizo y que
remata a su salida en un arco, desde el que se insinúan
las distintas construcciones de diversas épocas en un
amplio espacio abierto.
Fue fundado en 1172-73 y dedicado a
Nuestra Señora de la Gloria de Casbas de Huesca, por expreso
deseo de la condesa Oria de Pallars -hija del conde de Urgel-
quien tuvo clara intención de dedicarlo a panteón familiar;
si bien en él también se prestaba auxilio cristiano y
de amparo. Pocos años después, en 1196, el Papa
Celestino III permite que se adopte la Regla Cisterciense de
San Benito por lo que pasó a ser dependiente del monasterio
francés de Morimond. En 1178, llegó a tener influencia
jurídica sobre diversos lugares y villas.
La construcción de todas las distintas dependencias
de este monasterio se iniciaron de inmediato tras su fundación
en 1173, aunque en 1208 se continuaba todavía trabajando la
parte correspondiente a su iglesia. Un edificio con planta de cruz
latina, tres ábsides semicirculares, crucero y única nave central
cubierta con bóveda de cañón, con coro alto y bajo. La cúpula que
es octogonal, podría ser atribuida a la abadesa Jerónima de
Azlor (1609-1615). La portada, tiene once arcos de medio punto (en
gradación), y un tímpano decorado con crismón. La puerta del templo,
románica, data de alrededor de 1200. La desaparecida sillería del
coro alto, fue tallada entre 1515 y 1520, por el escultor zaragozano
Juan Bierto. A pesar de haber sido reformada la iglesia en el siglo
XVII, todavía conserva restos románicos. En el interior,
además, hay dos tablas del siglo XVI en el altar mayor -representando
a San Bernardo de Claraval y la Virgen con el Niño- y una predela
de retablo del siglo XV. Fue venerada una talla románica de la Virgen
-siglo XIII- que procedió del monasterio cisterciense masculino
de Santa María de Gloria, en el valle de Abena. Mucho mobiliario desapareció
durante la Guerra Civil de 1936. A destacar, un pequeño claustro gótico
de ojivas, siglos XIV-XV situado en un patio interior.
El estilo cisterciense, todavía con
formas románicas, se detecta en las construcciones más
antiguas; pero el conjunto posee edificios de distintas épocas
hasta el siglo XVIII. Existió un amurallamiento del que
se aprecian restos, evidentes en la entrada principal, bajo
la torre del homenaje.
|
Actualmente se aprecian, no obstante,
en el conjunto del monasterio algunos vestigios de la estructura
original: murallas, casa abacial, torre del homenaje, claustro
y sala capitular, así como la iglesia monástica, de abundantes
modificaciones llevadas a cabo durante el abaciazgo de Luisa
de Laporta (1652-1656). En la sala capitular existen unas losas
sepulcrales con relieves esculpìdos de dos abadesas del
siglo XIV.
En general, los edificios se distribuyen
en dos patios rectangulares. En el de mayor superficie encontraremos
la fuente, el lavadero y el pozo de hielo, huertas, la fachada
meridional de la iglesia y un pabellón del siglo XVIII. En el
de menor proporciones hallaremos la hospedería, distintas obras
destinadas a servicios y la entrada principal al recinto monástico.
Las estancias monacales se hallan en
torno a un claustro del siglo XV sometido a varias reformas. es donde
se encuentran: bodegas, refectorio y sala capitular,así como
acceso a la iglesia por el lado del Evangelio.
La vida del monasterio, en los últimos
lustros, progresivamente fue languideciendo, a pesar de algún
intento por recuperar algo de su actividad. La comunidad religiosa
se mantuvo presente hasta el año 2004. Posteriormente, todo
pasó a la fundación Progea, que trató de reactivarlo.

El Monasterio fue declarado Monumento
Histórico Artístico, de carácter nacional, a través del Real
Decreto de 16 de Noviembre de 1979 del Ministerio de Cultura. Esta
declaración se publicó en el Boletín Oficial del Estado
de 22 de Enero de 1980, para ser completada el 16 de Febrero de 2004
como Bien de Interés Cultural. Sin duda, una bien merecida distinción,
que hace justicia a tan peculiar monasterio.
El lugar resulta de indudable
atractivo, aun viéndolo inhabitado. Su visita deja huella
como lugar de recogimiento, transmitiendo paz y sosiego. Una
cierta nostalgia por la ausencia del resplandeciente pasado
nos acompaña; todo sensaciones que recomiendo disfrutar.
§§§§§§§§§§----------------
|