Rey
de Aragón y de Navarra, Valencia, Mallorca,
Cerdeña y Córcega y Sicilia
Juan II de Aragón, el Grande (Medina
del Campo, Castilla, 29 de Junio de 1398 - Barcelona; 20 de
Enero de 1479) fue duque de Peñafiel, rey de Navarra (1425 -
1479) y rey de Aragón, de Cerdeña y de Sicilia (1458 - 1479),
hijo de Fernando I de Antequera y de Leonor Urraca de Castilla,
condesa de Alburquerque. Juan II fue uno de los monarcas más
longevos del siglo XV.
De 1415 a 1416 representó a su padre en el gobierno de Sicilia y Cerdeña como lugarteniente general. De regreso a España ayudó a su hermano mayor, Alfonso V el Magnánimo, en los problemas habidos en Castilla con Álvaro de Luna, valido de su primo el rey castellano Juan II.
En 1419 contrajo matrimonio con Blanca,
hija del rey navarro Carlos III el Noble, y viuda de Martín
el Joven. A la muerte de Carlos III en 1425, su hija Blanca
y el infante Juan fueron proclamados conjuntamente reyes de
Navarra. En el Verano de 1429, para favorecer los intereses
de sus hermanos los Infantes de Aragón, Juan invadió Castilla
por el valle del Henares. Cuando iba a plantear batalla cerca
de Jadraque, la intervención de su hermana María, esposa de
Juan II de Castilla, determinó el fin de la expedición y, a
la larga, la pérdida de aquella guerra al año siguiente.
Juan vivió ajeno a los asuntos de Navarra,
gobernada por su esposa, y se mantuvo entregado plenamente a
los asuntos aragoneses y a sus intereses en Castilla. Así, y
para ayudar a su hermano el rey de Aragón, Alfonso V, participó
en la fracasada campaña por la conquista de Nápoles en 1435.
Aquella expedición dio pie a una obra satírica del marqués de
Santillana: La comedieta de Ponza. Años después, enfrentado
de nuevo con su primo y cuñado el rey Juan II y con su valido
don Álvaro de Luna, entró en guerra contra Castilla. Tomó Atienza
y Torija, pero fue derrotado en 1445 en la batalla de Olmedo,
con la que se puso fin al influjo aragonés en los asuntos castellanos.
A la muerte de Blanca de Navarra en 1441, Juan casó en segundas nupcias (1445) con Juana Enríquez, hija de Fadrique Enríquez, Almirante de Castilla, y rival político de Álvaro de Luna. La súbita intervención política de Juan en Navarra motivó el enfrentamiento entre el rey y su hijo primogénito Carlos de Viana, fruto de su matrimonio con la fallecida reina Blanca. En efecto, Juan incumplió el testamento de su esposa y, en vez de entregar la corona navarra a su hijo Carlos, que como príncipe de Viana era el legítimo heredero, le entregó sólo la lugartenencia del Reino. Esto provocó un fuerte descontento en Navarra, que llevó a la guerra civil en 1451.
El malcontento de Carlos de Viana
y las cada vez más graves diferencias con su padre, desembocaron
en una guerra civil entre los beamonteses, partidarios de Carlos,
y los agramonteses, defensores de la causa de Juan. Ambos se
enfrentaron el 23 de Octubre de 1451 en la batalla de Aibar,
donde Carlos fue derrotado y hecho prisionero junto a su condestable
Luis de Beaumont. Juana Enríquez, en avanzado estado de gestación,
abandonó Estella y se trasladó a Sos (Aragón), donde dio a luz
a su hijo Fernando. Decidida a que su hijo fuera el futuro rey
de Aragón, mostró toda su aversión hacia Carlos que una vez
liberado, a petición de las Cortes de Lérida, marchó a Nápoles
en busca de la protección de su tío Alfonso V.
En 1454, Juan II, fue nombrado por su hermano Alfonso V lugarteniente de Aragón y Cataluña, mientras éste gobernaba el reino desde el sur de Italia y Sicilia. Cuatro años más tarde se produjo la muerte de Alfonso, quien carecía de herederos directos y Juan le sucedió en el trono de Aragón, si bien se vio obligado a entregar a su hijo Carlos el gobierno de Cataluña. Las Cortes, reunidas en Lérida en 1460, pidieron a Juan II que liberara a su hijo y le obligaron a acatar en 1461 la Capitulación de Villafranca del Penedés, donde se le prohibió entrar en Cataluña sin permiso y se limitaba notablemente su autoridad real.
Carlos muere el 23 de Septiembre de
1461 a consecuencia de una enfermedad pulmonar (o envenenamiento,
como se llegó a especular, señalando a su madrastra Juana Enríquez).
Su muerte y el incumplimiento de lo pactado en Villafranca del
Penedés desencadenó la guerra civil catalana, que coincidió
con la revuelta del campesinado, iniciada en Febrero de 1462
(conocida como la revuelta de los payeses de remensa). El rey
logró mantener la fidelidad de Aragón, Valencia y Sicilia frente
a la revuelta de Cataluña, donde se le consideró desposeído
de la Corona.
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El ejército de la Generalidad de
Cataluña, bajo el mando de Roger Pallarés, sitió a Juana y a su
hijo en su fortaleza de Gerona. Pero la reina supo defenderse,
durante cuatro meses, hasta que llegaron las tropas del rey que,
apoyadas por tropas del rey francés, obligaron a levantar el cerco.
El precio que se pactó por la ayuda francesa de Luis XI fue de
200.000 doblas de oro, a pagar en el plazo de un año; como garantía
de pago se ofrecieron la Cerdaña y el Rosellón que pasarían al
reino francés en caso de no efectuarse el pago, como así fue.
Durante esta larga guerra los catalanes
se ofrecieron a quien mejor ayuda quisiera ofrecerles. Su sobrino
Enrique IV de Castilla fue nombrado conde de Barcelona, pero la
nobleza castellana le forzó a abandonar Cataluña.
La misma oferta recibió el condestable Pedro
de Portugal (1463) y fue el Infante Fernando quien, con trece años y
al mando del ejército, venció en Calaf al portugués, que moría poco
después. Posteriormente, los catalanes se ofrecerían a Renato de Anjou
(1466)..
Juan II continuó su acoso, ciego y con
setenta años, ayudado por su hijo, en 1472 consiguió entrar en Barcelona,
obligando a los rebeldes a rendirle obediencia. Juan, por razones de
Estado, se mostró clemente con los vencidos, renunció a la venganza
y concedió el perdón. En Octubre de ese mismo año la guerra acababa
con la Capitulación de Pedralbes (1472).
Su última acción fue el inútil
intento de recuperar el Rosellón y la Cerdaña, territorios de
los que se había apoderado Luis XI durante la guerra de Cataluña
a cambio de su apoyo militar.
En 1469, Juan II concertó el matrimonio,
celebrado ese mismo año en Valladolid, de su hijo y heredero Fernando
con su sobrina Isabel de Castilla, (hija de Juan II, su primo hermano),
heredera, por su parte, del trono de Castilla.
Su hija Leonor, hija de su primer
matrimonio, heredó el reino de Navarra y Fernando, hijo de su
segunda unión, que ya era rey consorte de Castilla por su matrimonio
con Isabel, heredó el reino de Aragón y los condados catalanes.
Murió por vejez en Barcelona el
19 de Enero de 1479, a los 82 años de edad, siendo enterrado en
el Monasterio de Poblet

La descendencia de Juan II de Aragón,
fue prolija, habida de dos matrimonios y de alguna relación
extramatrimonial.
De su primer matrimonio con Blanca
de Navarra:
  - Carlos. (1421 - 1461),
Príncipe de Viana y de Gerona, duque de Gandia y de Montblanc,
rey titular de Navarra, con el nombre de Carlos IV;
  - Juana (1423 - 1425);
  - Blanca (1424 - 1464), casada
con Enrique IV de Castilla y reina titular de Navarra con el nombre
de Blanca II;
  - Leonor (1425 - 1479), casada
con Gastón IV de Foix y reina titular y (tras la muerte de su
padre) efectiva de Navarra con el nombre de Leonor I.
De su segundo matrimonio con Juana
Enríquez:
  - Fernando el Católico (1452
- 1516), su sucesor en Aragón, con el nombre de Fernando II, y
rey consorte de Castilla, con el nombre de Fernando V, por su
matrimonio con Isabel I la Católica.
  - Juana (1454 - 1517), casada
con Fernando I de Nápoles.
  - Leonor (1448 - ¿?)
  - María (1455 - ¿?).
  Habidos fuera de matrimonio:
  - Juan (1439/40 - 1475),
arzobispo de Zaragoza (1458 - 1475).
  - Alfonso, a quien su padre
otorgó el ducado de Villahermosa.
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