Es un amplísimo circo, por los que trepan descaradamente los pinos y abetos y por el que descienden más de diez cascadas en gigantescos chorros. Esconde en su seno, el Santuario de Nuestra Señora de Pineta, protegido por las enormes cimas de Monte Perdido, Soum de Ramond, Cilindro, Marboré, Astazu, Tuca Roya y la Estiva.

La imagen de la Virgen de Pineta fué encontrada en ese mismo sitio, cerca de una fuente que mana de una roca: la Fuente Santa. La tradición, dice que unos franceses robaron la Virgen de Pineta para llevársela a su país y cuando llegaron a ese lugar, uno de ellos tocó la peña con su bastón y manó agua para calmar la sed de todos, induciéndoles a un profundo sopor. Cuando despertaron, la imagen había desaparecido haciendo el milagro de volver a su lugar preferido.

Se entra en el valle por Javierre (minúsculo pueblo colgado en la ladera); y luego, Espierba con sus casas esparcidas por el monte y 6 Km. de buen camino hasta la Ermita. El paseo merece la pena. Veremos una tras otra, hasta doce cascadas, a cual más bella. La primera: las Tres Marías, causa una sorpresa que es superada por la siguiente. Y así todas, hasta llegar al asombroso circo. Sobre las cumbres se levanta el macizo de las Tres Sorores, limitado por una cascada monumental que cae desde 2.000 m. y que son las aguas del Marboré, que alimentan el Cinca. Especial mención tiene la Cascada de Lalarri, en un rincón del circo.

La ermita de Nuestra Señora de Pineta, es algo tosca e infantil. La Virgen está sobre un pequeño altar, rodeada de un auténtico rebaño de ovejas de barro, con sus perros y todo. Está entronizada en el pino en el que se apareció milagrosamente. Sus `gozos' son expresión lírica popular de los milagros obrados por la Señora, cuando según la tradición, el ganado de esta Divina Pastora se perdió entre los riscos. Se relatan cantidad de bellas historias (siempre en las misma rima) que van desde la protección de un `inocente' perseguido, hasta la de los ladrones de su imagen (hecho ya mencionado). Cerca del Santuario, a 1.400 m. de altura, está el Parador Nacional `Monte Perdido' con capacidad para más de 30 plazas. Desde aquí, puede realizarse la ascensión a Monte Perdido, a 3.350 m. de altitud, por su vertiente Norte. Desde él y a tres horas de senda, se llega al pié del glaciar y en frente al lago de Marboré (casi todo el año permanece helado), al pié de la brecha de Tucarroya. Si atravesamos el glaciar, por el Oeste, alcanzaremos el Collado del Cilindro, por donde se baja al lago de Marboré para luego ascender a la cumbre. Desde el pié del glaciar, es para MONTAÑEROS EXPERIMENTADOS.

El circo, lo forman los llamados paredones del Marboré, de más de 1.000 m. de altura, por los que se precipitan las aguas de los glaciares de las Tres Sorores, de Marboré y Lalarri, que reunidas, forman la cabecera del río Cinca. Encima, está el Lago Helado de Marboré, en una cornisa a más de 2.600 m. Todo forma el llamado `Balcón de Pineta'. 700 m. más arriba aún, rodean esta terraza las recortadas cumbres de Monte Perdido, Marboré, Tucarroya y Pineta, y al Este, el Puerto Nuevo o de la Glera. Dice Lucas Mallada, que las Tres Sorores y Sesa (Las Tres Marías) tienen escarpes y cortes más pronunciados, destacándose por delante con soberbia majestad, los antepechos y cornisas como si estuvieren destinadas a que se asomaran a un fondo de 2.000 m. allá abajo. También, de la ermita y Parador, parte una pista que, tras cruzar el Cinca, rodea el circo a medida que se eleva para introducirse en los llanos de Lalarri, que se encuentran a media altura, en un reducido valle perpendicular al circo de Pineta. Este último, está recorrido por el río de Lalarri, que tiene su nacimiento en los lagos de La Munia. Es un paraje con excelentes vistas del circo y valle de Pineta, sitio ideal para hacer ascensión al Pico de La Munia (3.134m.), llegándose a los citados lagos, por el curso del río.

* Manuel Tomé

Artículos Literarios del Altoaragón (Huesca, España)