Un
Parque Nacional
de incomparable belleza
Está enclavado en el Pirineo
central oscense, al norte de Broto y Torla, surcado por el río
Arazas. Orientado en dirección Este-Oeste, tiene una longitud
de unos 15 km. y una anchura de unos 3 km. en su parte final,
que se reduce a 1 km. en el fondo del valle; su altitud oscila
desde 1.090 m. en su desembocadura en el río Ara, a 2.000 m.
en la zona de las Clavijas de Soaso.
Todo el valle está dominado por
unos impresionantes escarpes verticales, con desniveles que
van de los 400 a los 1.000 m. Estas paredes se encuentran en
algunos sectores subdivididas por pequeñas cornisas que dan
rellanos de escasa amplitud, al aflorar bancos calcáreos más
duros. El valle está excavado en el flanco Norte de un gran
anticlinal calcáreo tumbado hacia el Sur, cuyo eje se sitúa
en la sierra de las Cutas.
En conjunto está modelado por los
glaciares que lo ocuparon en el Cuaternario, con un circo en
la cabecera del valle, el de Soaso, con una serie de rellanos
y escalones, denominados gradas localmente y ocupados por cascadas,
que hacen descender el nivel gradualmente hasta su desembocadura,
y además un perfil en artesa del conjunto del valle. Su gran
belleza lo ha convertido en Parque Nacional desde 1918.
Se creó por Real Decreto de 16-VIII-1918,
declarándose entonces 2.066 hectáreas. Posteriormente, por
Ley 52/1982 se recalifica y amplía, con lo que el parque tiene 15.608
has. y una zona periférica de protección de otras 19.679 has. Los
municipios incluidos son: Bielsa, Fanlo, Puértolas, Tella-Sin, Torla
y Broto. Todos ellos pertenecientes a la comarca del Sobrarbe en la
provincia de Huesca. La altitud se halla entre los 700 metros del
río Bellos y los 3.355 m. de la cima del Monte Perdido. Picos destacados
son: Monte Perdido (3.3.48 m.), Cilindro de Marboré (3.328 m.), Taillón
(3.144 m.), Brecha de Rolando (2.804 m.).
Al valle de Ordesa se accede por
la carretera CN-260 (vía pirenaica) de Jaca-Sabiñánigo a Biescas
y Broto a través del puerto de Cotefablo. A Añisclo, Escuaín
y Pineta se llega por carreteras locales a partir de la A-138
Barbastro-Aínsa (donde enlaza con la vía Pirenaica); desde Aínsa
se dirige una carretera regional a la frontera francesa por
Bielsa que pasa por la entrada al Valle de Pineta, perteneciente
también al parque.
Se cuenta con un Centro de Interpretación
en la entrada al parque por Torla (zona occidental) ubicada en el
antiguo parador de turismo. Dos Centros de Información y atención
general que funcionan, además, como museos temáticos, están ubicados
en Tella; uno dedicado a la brujería y otro a temas etnológicos. Están
en proyecto para próxima apertura un Centro de Interpretación en Bielsa
(parte oriental del Parque) y dos Centros de Información, uno en Fanlo
y otro en Escalona . También está próximo a inaugurarse dentro del
parque, en colaboración con la O.N.C.E., un innovador Centro de Interpretación
orientado hacia minusválidos e invidentes.
Desde antiguo, este macizo ha sido objeto de la atención de geólogos, botánicos, zoólogos, espeleólogos y montañeros por los numerosos alicientes que ofrece la singular naturaleza de su geología, la variedad de su flora y las peculiaridades de su fauna. El Monte Perdido, máxima altitud con sus (3.348 m.) del macizo de las Tres Sorores, domina los cuatro valles principales: Valle del Arazas (Ordesa), Cañón de Añisclo, Garganta de Escuaín y valle de Pineta.
|
Desde el punto de vista geológico
se debe destacar el macizo de Gavarnie-Monte Perdido que ha
sido calificado como «un inmenso poema geológico». Así lo definía
el geólogo francés L. Ramond de Carbonnièrs que alcanzó su cumbre
en 1802, descubriendo en los alrededores del lago de Tucarroya
cantidad de fósiles marinos que confirmaban que el Monte Perdido
fue un antiguo fondo marino durante la Era Secundaria. El agua,
debido a su torrencialidad y fuerza erosiva ha modelado bellas
cascadas y profundas cavidades. El parque recibe anualmente
en forma de lluvia o nieve entre 900 y 2.000 mm. de agua. Cabe
destacar las grandes variaciones de temperatura y humedad, tanto
estacionales como entre el día y la noche, inversiones térmicas
que se reflejan en la distribución de los pisos de vegetación.
El hielo tiene su máximo exponente en dos lugares: el glaciar
de Monte Perdido y la gruta helada de Casteret .
La vegetación es muy variada,
debido a la diferencia de altitudes y orientación; la Edelweis
(flor de nieve, especie protegida por hallarse en peligro de
extinción) o el Rododendro son ejemplares muy apreciados por
los botánicos. El bosque supera el 18 % de la superficie total
y tapiza las vertientes inferiores de los valles llegando hasta
los 1.500 metros, al tiempo que las especies se distribuyen
según la orientación de cada valle. Asi, en Ordesa, de clima
frío y húmedo, dominan las hayas, mientras que en Pineta, más
árido, destacan los pinares de pino silvestre. En Añisclo y
Escuaín el bosque es submediterráneo y está dominado por encinas
y quejigos en las partes más altas y bosque de ribera en torno
a los cauces. Al contrario que la explotación ganadera, la forestal
está prohibida en el interior del Parque. Las flores presentan
una gran variedad de especies que crecen por todos los rincones
del Parque, en las cimas más altas, entre las fisuras de la
roca, a la sombra de los hayedos.. Estas plantas florecen en
la época primaveral y estival, a medida que la nieve se va fundiendo;
de entre gran variedad, las prímulas, gencianas, iris, siemprevivas,
sexigrafas, potentillas, merenderas, son algunas de las especies
más singulares.
La fauna también es muy variada,
habiendo tenido aquí su último refugio una especie ya extinguida
(en 2000) como el Bucardo (Capra P. Pyrenaica), considerada
como la especie emblemática del Parque. Entre otras especies
también muy características, destacan el Quebrantahuesos,
el Buitre Leonado o el Águila Real, Chova Pitirroja, Tritón
Pirenaico, Nutria, Marmota, Sarrio, .....
§§§§§§§§§§----------------
|