Lugar de la provincia de Huesca, perteneciente al municipio de Siétamo. Sus habitantes no son muchos más de treinta. Altitud: 588 metros sobre el nivel del mar. Dista de Huesca 15 kilómetros. Gentilicio: castejonense
     El somontano oscense se ondula suavemente y busca miradores del paisaje a la altura de Siétamo, el del conde de Aranda. De allí arranca el desvío para Castejón de Arbaniés, a partir de la carretera de Barbastro, aunque también puede optar el viajero por la carretera de Bandaliés y dar el rodeo, incluyendo en la ruta la localidad de Arbaniés, que da apellido a Castejón. En total son quince kilómetros desde Huesca capital, por la ruta más corta.
     El casco urbano se asienta sobre una loma que domina parcialmente la llanura. El Somontano muestra al Sol y al viento la aridez de la tierra, donde medran el tomillo y la ontina. A trechos negrean también las carrascas. Castejón de Arbaniés se unió a Siétamo en 1845, y más tarde, en 1873, pasó a depender del municipio de Arbaniés, para integrarse finalmente, de nuevo, en el de Siétamo. Su independencia municipal fue corta, de poco más de dos lustros. En la actualidad cuenta con apenas 40 habitantes, censo que en el pasado, llegó a rozar los 150.
     El lugar es mencionado ya en el siglo XI, pues en la "Colección Diplomática" de Pedro I, consta que este monarca dio al monasterio de Montearagón la iglesia de «Castelgón». Siglos después, el 3 de Agosto de 1357, Pedro IV de Aragón ordenó a los de Castejón de Arbaniés que no vejasen a Teresa Díaz de Mendoza, a quien pertenecía el lugar, pues el tal señorío no era aceptado de buen grado por los vecinos. Así las cosas, el 18 de Agosto de 1391, Juan I de Aragón vendió Castejón de Arbaniés al monasterio de Montearagón. El 23 de Marzo de 1428, Alfonso V de Aragón incorporó el lugar a la Corona y prohibió enajenarlo. El 10 de Febrero de 1440, el mismo monarca donó el mero y mixto imperio. Por último, se sabe que en el siglo XVI Castejón de Arbaniés era de Melchor González.

     El edificio de la iglesia parroquial se alza casi en el remate de la loma donde se sitúa el caserío. El templo está dedicado a San Esteban y se compone de una sola nave cubierta con bóveda de lunetos y crucero que se cubre, a su vez, con bóveda rebajada elíptica sobre pechinas. La fábrica es del siglo XVIII. Se conservan piezas de orfebrería de los siglos XVI y XVII y también de la época en que fue construida la iglesia.
     Los habitantes de Castejón viven dedicados, por lo general, a la agricultura y la ganadería. Aunque el despoblamiento fue muy acusado en las últimas décadas, la emigración parece contenida. Al menos, el número de habitantes no desciende ya de manera tan alarmante como antaño.



      -¿Sabe usted? -informó un vecino, socarronamente-. No sabemos quién nos puso por apodo "los chinches", y así se nos conoce en la comarca. Pero no es cierto: ni picamos. ni molestamos a nadie. Habría que conocer el origen de muchos apodos para justificar su existencia.
      Castejón de Arbaniés ofrece un aspecto urbano mejorado, rehabilitado, respetuoso con la arquitectura tradicional; y además, constituye un lugar adecuado para el recogimiento y descanso, en el que de modo alguno, encorren las prisas.

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